¿Cuál es nuestra misión?

"La danza contribuye al desarrollo de los niños”. ¿Cómo? 

Límites y nuevas habilidades

El niño adquiere una autodisciplina, útil para enseñarle a establecer límites y tomar decisiones independientes. Según el psicólogo y el pedagogo Jean Piaget, entre 4 y 7 años es la edad en la que cada niño resulta ser un "pequeño explorador", y su intención es descubrir su mundo y sus obras. A esta edad, desea imitar a otros. Incluso en movimientos, para luego se reproduzcan de una manera autónoma y se relacionan con el mundo de una manera original a través del juego simbólico. Por eso a esta edad, bailar es muy bueno, porque los pequeños cooperan.

En lo que se refiere a las prestaciones de la danza, los niños son importantes para que esta actividad se lleve a cabo en un entorno pacífico. La danza comprende diferencias individuales. El objetivo no debe ser que un niño sobresalga en el baile, sino que le ayude a descubrir el bienestar por la expresión de su cuerpo personal. ‘'

La importancia de bailar en el desarrollo de los niños

Si lo hacen en el espejo o delante de la televisión, a los niños les encanta bailar. Esto debería hacer disfrutar a los padres y hacer que los pequeños se inscriban para clases de baile. Entre los beneficios de bailar sobre el desarrollo de los niños se encuentra el desarrollo de toda una serie de habilidades, la obtención de un conjunto justo y una elegante disciplina. Además, es una forma muy práctica y eficiente de pasar el tiempo. Así que aunque tu hijo no actúe en público, serán muy útiles en su desarrollo físico, emocional y social.

La edad mínima a partir de la cual se puede matricular a sus hijos para bailar es de cuatro años, la edad en la que los pequeños han alcanzado un nivel de atención suficiente para entender y asimilar la información que recibieron. Las bailarinas se adjudican según la categoría de edad y el nivel de formación de los niños.

Por ejemplo, en grupos de principiantes entre 4 y 6 años, los coreógrafos de pequeños grupos se están enfocando para desarrollar la coordinación, la flexibilidad, la atención y el ritmo a los pequeños. En esta categoría de edad, la diversificación de los bailes es muy importante para mantener su interés despierto durante toda la hora.

En grupos principiantes de 6 a 9 años, los niños ya aprenden las cifras básicas del cha cha cha, la samba, el tango y el vals lento. El objetivo principal ahora es alcanzar los pasos básicos y las características de los estilos aprendidos, así como reconocer el ritmo de las diferentes canciones.

Cada estilo de baile tiene en el componente figuras más ligeras y complejas. Los bailes y cifras enseñadas se adaptan a la edad y al nivel de formación de los estudiantes, así que si los pequeños son tímidos, no se enfrenten a problemas en el aprendizaje. El cambio a otras formas de baile y cifras más complejas se realizan gradualmente después de detectar correctamente las cifras básicas entregadas al nivel anterior. Utilizando este método de enseñanza, los niños pueden aprender fácilmente los pasos de baile y no sentirse abrumados por la dificultad de movimiento.

Captatio benevolentiae (captar la atención y la buena disposición del alumno), es necesaria durante las clases de baile.

Se sabe que en los niños en edad preescolar, el aburrimiento puede intervenir con la suficiente rapidez, los pequeños pierden fácilmente su concentración. Por esta razón, los momentos de aprendizaje de los pasos de baile se alternan con los del juego. Los juegos utilizados por los instructores de baile para captar la atención de los más pequeños no son accidentales, sino que están dirigidos principalmente a aumentar la coordinación, la velocidad de reacción, el equilibrio y la atención.

En cuanto a los niños mayores de 6 años, la disciplina rara vez es un problema. Ya están familiarizados con las reglas de la academia y entienden que es importante mantenerse alerta durante todo el entrenamiento. A esta edad, el enfoque se centra en mejorar la capacidad de concentración y estimular el espíritu competitivo.

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Desarrollo físico, emocional y social de los niños, más fácil a través de la danza 

Los estilos de baile más comunes para los más pequeños

Entre los estilos de baile más comunes que se enseñan a los más pequeños y también entre los más queridos están el cha cha cha y el vals lento.

Cha Cha Cha es uno de los 5 bailes en la categoría latina de baile deportivo, caracterizado por un ritmo rápido y desigual. El movimiento predominante del cha cha es el chassé (una secuencia rápida de tres pasos ejecutados izquierda-derecha o delantera trasera), que se añade al movimiento ondulado de las caderas (en forma de la figura ocho) en el ritmo rápido de la música.

El vals lento forma parte de los 5 bailes de la categoría estándar de baile deportivo, caracterizado por un ritmo lento y elegante. La danza se caracteriza por amplias elevaciones y descensos y vueltas repetidas (tanto a la derecha como a la izquierda).

Entre los beneficios más famosos de la danza están el aumento de la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio, ganando un atuendo justo y elegante, aprendiendo la importancia de la disciplina grupal y la concentración. Pero además de los beneficios que la danza aporta al desarrollo físico de los más pequeños, también hay una serie de beneficios emocionales que están empezando a estudiarse. Aumentar la confianza en sí mismo, eliminar la timidez y desarrollar habilidades socializadoras son solo algunas de las ventajas emocionales y sociales que los niños que asisten a clases de baile pueden aportar.

La danza es uno de los deportes más bellos y complejos, que desarrolla no solo el lado físico, sino también el lado artístico de los niños. El baile ayudará a los más pequeños a ser mucho más abiertos, a tener una actitud positiva e independiente.